Llevaba 1 año esperando este momento debido a que el año pasado no pude terminarla por problemas físicos. Fueron 61 km los que pude hacer, suficientes para enamorarme de esta prueba por su paisaje, excepcional señalización, avituallamientos completos y por ´´ las cabezas visibles ´´ como son Francis y Quico que se portaron chapó conmigo y con mi mujer. Antes de entrar en detalles sobre mi participación quiero dar la enhorabuena a estos 2 figuras y a toda la gente que hacen posible la realización del ultra Sierra Del Segura que sin ninguna duda se convertirá en una carrera de referencia a nivel provincial, regional y porque no nacional, y si no tiempo al tiempo. Continuar así.
Entrando en materia, la cosa comenzaba bien al ser uno de los ganadores de los dorsales que sorteó  UTSS junto con Radio Sierra.






Como el año anterior nos alojamos en Pontones, ya que es un lugar tranquilo y cerca de Santiago de la Espada,  el viernes nos dirigimos a recoger el dorsal al Edificio ´´Lugar de Encuentro´´ donde posteriormente asistiríamos a la charla sobre nutrición deportiva ofrecida por (a mi parecer unos buenos profesionales) los chicos de Nutritrainclinic.
Tras la reunión volvimos  al alojamiento pues estábamos  cansados del viaje.  Allí preparo la mochila con el material obligatorio y lo mínimo necesario,  ya que quiero ir todo lo ligero que pueda y como voy a tener asistencia de Rosa no voy a cargar mucho.
Ceno un plato de pasta con pollo y me voy a la cama pensando que no dormiría, como es costumbre en mí la noche antes de carrera. Esta vez fue distinto, pude dormir toda la noche.
A eso de las 04:45 me levanto, desayuno, activo el GPS facilitado por la organización,  hago una revisión de última hora por si falta algo y marchamos para Santiago de la Espada, es un trayecto corto de unos 12 minutos. Aparcamos cerca de la salida donde se mezcla la gente que aún continúa la fiesta y los que nos vamos a meter en las piernas 102 km. Llego con el tiempo justo para hacer unas fotos, la comprobación del material por parte de los jueces y entrada al cajón de salida. Me coloco en la parte media-final y a las 06:00 dan la salida.







La primera parte del recorrido discurre por el pueblo  hasta el Cerro de las Ánimas, donde voy recuperando puestos pero a un ritmo tranquilo. Comparto unos km con José Molinero Peláez, corredor de Linares,  con el que charlo mientras bajamos por la pista del Cerro de las Ánimas dirección Collado del Almorchón.






Iniciamos el sendero que bordea éste collado  y José sube el ritmo, el cual veo alto para esos inicios de carrera y decido no seguirle. Pasan los km por continuos sube-baja donde el desgaste físico es mínimo hasta llegar al sendero de enlace al Cerro del Toladillo –Peñamujo.Allí  voy subiendo con Chema , un corredor que ya participó el año pasado. Ponemos un ritmo fuerte a pesar de ser una subida en zigzag pero al estar frescos pronto la terminamos. Desde allí hay unas vistas impresionantes de toda la sierra y el pantano. Llegados a este punto se,  del año pasado, que están esos fenómenos voluntarios  en el avituallamiento que suben a caballo. Creo recordar que oficialmente es solo líquido pero no nos falta jamón, vino y chorizo!!!! ñam ñam
Tras agua, una cola cola  y una tapilla de jamón( que me sabe a gloria bendita!)   inicio en solitario la bajada hacía Pontón Alto dirección Pontones,  donde paso por una zona de ribera paralela al rio con zonas de sombra que se agradece, quieras que no,  por el calor que está haciendo.






Llego a Pontones, km 52, ( en 6h15m) 15 minutos más rápido de lo planeado y me vengo  arriba!!!! La idea es hacer la primera parte del recorrido relajado, sin mucho desgaste físico para afrontar lo que venía…….. que no era un paseo precisamente.
Me tomo mi tiempo por qué en ese punto intermedio de la carrera quería comer y beber bastante para afrontar los otros 50 km que quedaban. También hago acopio de geles y sales que Rosa me tenía preparado. Me sellan el pasaporte y emprendo la marcha.






Voy con ritmo rápido hasta el avituallamiento de la Toba, km 68, donde se puede correr con alguna subida como el Collado de Masegoso, que paso con facilidad. Llego a Huelga-Utrera y aprovecho para zambullir la cabeza en una fuente ya que hace un calor que para qué! 
Siete km me separan de La Toba donde hay muy buen rollo, con gente animando por todas partes. Este  es el punto donde se suele parar más tiempo por ser el punto donde están las bolsas de vida y puedes comer un buen plato de pasta. Yo ni una cosa ni otra.  Como tengo asistencia y voy alimentándome bien solo paro a rellenar agua, comer algo ligero y comenzar la parte dura de la carrera.






 Saludo a Francis y me comenta lo que viene a continuación, algo nuevo para mí ya que el año anterior fue el punto donde me retiré. Salgo del avituallamiento, hay un pilón y ahí que voy a refrescarme un poco ya que la subida al puerto de Marchena es dura y el calor aprieta bastante. Es la típica subida para tirar de bastones, bajar la cabeza y no mirar al frente sino te vienes abajo.
Voy, sin pena ni gloria,  adelantando a corredores  de la carrera de 50 km. Llego al avituallamiento del Collado Marchena donde me encuentro con un gran número de corredores que habían abandonado, los estragos del calor unido a una fuerte subida no han ayudado mucho. Me encuentro con Quico, el cual me anima diciéndome : “ este año no te voy a recoger “ jajajajaja. El fue a buscarme el año anterior cuando abandoné.






Avituallamiento algo rápido y pregunto a los jueces por la posición ya que la aplicación de seguimiento daba problemas y Rosa no podía concretarme la posición. Voy el 17 (no puede ser!!) no creía que iba tan retrasado.  A partir de este punto  mi teléfono no para de sonar, no lo miro pero sé que son mis compañeros del club que están siguiendo la carrera y  no paran de enviar whatsapps al grupo, son lo más!!!!  Eso me da un plus de energía al saber que tengo una gente estupenda que me sigue ( cosa de la cual me enteré cuando terminé la carrera, 178 whatsapp!!!!!!!!) Todo este alboroto se debía a que mi rival más directo en el campeonato de ultras de Jaén iba delante de mí y le iba ganando terreno.  
En este punto de carrera hay una zona de ida y vuelta donde te cruzas con corredores de la de 50 y el ultra. Es un sendero estrecho con zonas técnicas donde me cruzo en primer lugar con la cabeza de carrera de la de 50 km, que iban como motos. Más tarde pasaría los 2 primeros del ultra que tampoco iban despacio.  Continuo hacia Miller cuando veo a lo lejos una chica rubia la cual es un espectáculo ver como baja, Noelia Camacho, una supercampeona .  Esta parte es buena para coger referencias y ver a quien llevas delante, como va y cuanto te saca. Buena,  si ves algún corredor del ultra, pero solo veía gente de la de 50.
Poco antes de llegar al avituallamiento de Miller está el punto donde la carrera vuelve a tomar una sola dirección donde me cruzo con José Molinero, coincidí con él al inicio de la carrera, el venía del avituallamiento y yo me disponía a llegar a él. Es una bajada donde se puede correr  la cual hago rápido ya que tengo referencia de José. Llego al avituallamiento de Miller con hambre, mucha hambre. Es un punto de control de material, frontal y manta térmica los cuales me piden, lo enseño y me tiro al plato de tortilla de patata que había.






Salgo rápido de avituallamiento y cuando empiezo la subida al Puntal de la Pinilla es donde comienzan los problemas.  Llevo varios km con molestias en los talones y  las zapatillas me van haciendo rozadura.  Después de  tres pares de ultra Raptor y ningún problema con ellas, van estas después de estar meses rodando y  empiezan a dar problemas el día menos adecuado. Es un dolor molesto pero no me impide continuar intentando pisar de tal modo que moleste lo menos posible.
 Llegado a la parte alta toca volver por el mismo camino de ida y vuelta anterior, en ese punto es donde ahora si mi teléfono hecha fuego (mas tarde sabría que era porque había dado alcance a Antonio Manuel Díaz del Trailrunners Avanza Jaén, rival directo del campeonato de ultras de Jaén). Compartimos unos kilómetros hasta el avituallamiento del Collado de Marchena ,km 92,  sin él saber que yo podía quitarle el campeonato y yo que él era el 1º provisional.  Llegados a este punto en el avituallamiento hay un  gran número de corredores, decido pasar de él, pienso que quedan 7 km y que entre esos corredores alguno será del ultra. Es un camino donde se puede correr con alguna bajada y subida( la subida me recuerda a la que hay en los 101 Peregrinos al Ferradillo) y  decido tirar de bastones y subir a paso de Legionario adelantando a varios corredores entre ellos 2 del ultra.  Faltan 4 km para la meta y voy 15º pero aún quedaría alguna sorpresa más.
 Miro el mapa del dorsal y veo que queda otra subida y el resto, es bajada. Para mí fue una subida dura, no sé si fue por el cansancio, por la pendiente que tenía delante, porque empezaba a anochecer o  por las rozaduras en los talones, pero tuve un bajón considerable. Pensaba en parar pero,  por otro lado,  quería llegar a meta antes que fuese de noche, algo que no pasó. Tuve que sacar el frontal y pasar por unos momentos difíciles. Era casi de noche y con el frontal encendido hay un periodo de tiempo que los ojos tardan en acostumbrarse a la luz . Comienza la bajada con bastantes piedras y hay una en la cual decido, porque me aburría, probar su dureza, resultado: una uña rota y un dolor casi insoportable faltando 3 km para llegar a meta.  Bajada, zona técnica, las rozaduras en el talón, de noche y echando todo el peso en la uña rota, vamos una fiesta!!!!.
Continuo la bajada por Dehesa Boyar hasta el sendero Cerro de la Cruz intentando no arriesgar mucho por lo técnico del terreno y por el dolor que llevo, eso sí, mirando hacia atrás para ver si veo alguna luz de los frontales por si tengo alguien cerca.  Muerto pero competitivo hasta el final, para  mantener la posición que llevo. No veía el final hasta que en un giro del recorrido veo por fin las luces de Santiago de la Espada y a un corredor que llevo delante a escasos metros. Llevo mi ritmo pues el dolor se hace insoportable y una vez que piso las calles de Santiago y veo a Rosa y a Pablo, todo dolor se pasa. Le doy un beso a mí mujer y cojo la mano de Capitán Mollete para cruzar la meta en un tiempo de 14h54m. Quizás muy lejos del tiempo que quería hacer, quizás por ser demasiado conservador la primera parte de la carrera, pero he terminado!!!!!!! Este año si!!!!! El resultado final fue 15º general,  5º categoría senior  y subcampeón de circuito de ultras de Jaén.






Sacando una lectura de esta carrera y de la temporada en general me puedo dar por contento al ver como un Manchego, el cual entrena en un cerro de 200mtrs +, en su segunda temporada de ultras puede defenderse en este medio. Ahora toca pensar en pulir muchas cosas y en la próxima temporada con nuevos retos (UNA DE 170KMTRS) y viejos, pues pienso volver al UTSS.
GRACIAS




Llevaba tiempo esperando  el día de correr en Cazorla, pues tengo  gratos recuerdos  del año anterior por la belleza de los paisajes, un recorrido espectacular y por mi primer puesto senior.  Este año la carrera,  de 109 km y 5621 m+,  era final de la Copa Andaluza  de Ultras,  lo que conllevaba que participara lo mejorcito del Sur y gente venida de otros lugares de España y de Europa ( había un nutrido grupo de Holandeses).
Había previsión de lluvia y granizo y horas antes de la carrera las nubes descargaron toda su furia en la zona temiéndome lo peor.






A las 23:30 daba inicio la salida neutralizada desde la plaza de la Corredera  hasta las Ruinas de Santa María, paso por zona de control, revisión de última hora para comprobar que no me faltaba nada y aguantar los nervios hasta la hora de salida.






A las 0:00 dan la salida con gran afluencia de público animando, cogemos el sendero del Río Cerezuelo hasta el camino del GR-247 que nos lleva al Puerto del Gilillo (1.751m) una subida de 1.000 m en 9 km que, para calentar, no está nada mal. La noche se presenta cálida así que inicio la carrera con manguitos pero pronto me los quito.



                Fotografía cortesía de Javier Palomino Busquets.


Avituallamiento rápido y continuo con un descenso hasta la caseta forestal  de los Rasos avit.2.
En todo momento voy controlando el ritmo pasando los kilómetros y las horas sin apenas sufrir.
 Paso por los avituallamientos de Gualay, La Mesa, Nava del Espino y Calarilla acompañado de un grupo de corredores con ganas de poca conversación pero por no ir solo continuo con ellos.
Comienzo un ascenso ya en solitario hasta coronar e iniciar una dura bajada en la que me dejo llevar hasta el avituallamiento de Collado Bermejo (km 51).
Desde este punto encuentro  la zona más bonita de la prueba,  pues se inicia un descenso hasta la Laguna De Valdeazores( nacimiento del Borosa),  túnel de los Órganos y la zona técnica hasta la central eléctrica donde disfruto de unos paisajes espectaculares con un mar de nubes y unas cascadas y saltos de agua fantásticos.


                      Fotografías cortesía de Javier Palomino Busquets



Son 12,50 km de bajada que me sirven para recuperar y valorar como afrontar el resto de la prueba. Llego al avit. De la Cerrada de Elías (km. 63,80) me como un sándwich con miel y continuo por un sendero de unos 2 km tras el cual le sigue un ascenso jodido hasta el antiguo poblado de Los Villares.  Recuerdo que el año pasado había un pastor con sus cabras. En esa subida tuve un desgaste enorme el cual se acrecentaría durante el resto la carrera.
Poco antes de coronar alcanzo a un corredor con el que hago la bajada hasta la piscifactoría del Borosa (km. 71,53) donde está la bolsa de vida y veo por primera vez a mi familia. Cojo geles de la bolsa, la gorra que está apretando el calor y como algo.
Pregunto a los voluntarios la posición, me comentan que voy el 23, miro el Suunto y son las 09:15, genial!!, solo 15 minutos por encima del tiempo previsto. Me despido de los míos y salgo del recinto. A unos 500 m. noto que algo no va bien, me duele el estomago, quiero vomitar y sabiendo que viene una subida corta pero intensa decido hacerlo. Siento algo de alivio pero dura poco tiempo. Llego al final de la subida para coger el sendero que lleva al Collado de la Carrasca, voy mal, fatal, las piernas me responden bien pero me falta energía, voy mareado me quito los cascos , no tengo ganas de música, veo doble y decido sentarme. Pasan unos 10 minutos desde que estoy sentado y me quito la mochila para coger mi teléfono y  llamar a Rosa para comunicarle que abandono.  De repente,  recuerdo que llevo unas pastillas nuevas de cafeína que había probado un par de veces y no me habían ido mal. Me tomo una y decido comenzar a andar y ver si van haciendo efecto. No me la tomo con idea de que me den un chute extra si no para poder llegar al avituallamiento de Vadillo ( km. 90,70) donde estaría Rosa y abandonar, hay 2 avituallamientos antes pero son zona de difícil acceso y no quiero estar allí esperando.
Llego andando y trotando al Collado de la Carrasca (kmtr.76) solo bebo agua e isotónica, no puedo comer nada. Salgo de allí y,  a los pocos metros voy notando que tengo más energía lo que me permite correr.  Continúo mareado y viendo borroso  pero,  al menos,  puedo correr. Poco antes de llegar al avituallamiento del Peñón de Juan Díaz adelanto a quien sería mi ángel de la guarda y el culpable de que pudiese llegar a meta, JOSÉ MANUEL GARROTE ARJONA, un señor de los pies a la cabeza.
Tras reponer agua en el Peñón (kmn 82,35) y comer unos trozos de sandia termino de coronar e inicio una bajada en la que me alcanza José Manuel. Vamos juntos, nos encontramos alguna pequeña subida pero casi todo es bajada hasta Vadillo Castril (km 90,70). Llegamos al avituallamiento y Rosa al ver mi cara sabe que la cosa no va bien, tiene orden de no dejarme abandonar, pero al verme acompañado de José Manuel se queda más tranquila. José Manuel hace un repostaje rápido pero yo necesito recuperar energía y le insisto que continúe, que no me espere, eso  lo retrasaría en exceso y en ese momento vamos en la posición 19 y 20. Llevamos delante un grupo y el está con fuerza, quiere esperarme y cuando termino de comer ( sólo me entra la fruta)  continuamos.






Sin pena ni gloria llegamos al Puente de las Herrerías (km.95,10) donde mojamos la gorra porque hace bastante calor y  nos encontramos con gente de la maratón que comparten parte del recorrido con el ultra. A partir de ahí comienza un ascenso en el que me pongo detrás de José Manuel para que me vaya marcando el ritmo, paso por momentos malos, llevo unos 20 km en los que solo he comido fruta y bebido agua y,  unido al desgaste de la subida , me está matando. Por fin coronamos el Puerto de los Arenales y comenzamos a bajar por un sendero. José Manuel va en todo momento girando la cabeza para ver cómo voy, bajando el ritmo para no cansarme mucho.


YOU´LL NEVER WALK ALONE


A falta de unos metros para llegar a la Rechita  (km. 101) tengo que parar de correr y continuar andando, he tocado fondo, me tambaleo, tengo mareos, hambre, no veo bien y al verme llegar los voluntarios me preparan una silla para sentarme.  En ese momento me encuentro en un dilema , pienso en dejarlo o en  continuar.  Tengo la sensación de que si me levanto voy a caer al suelo pero si me quedo allí,  con la tormenta encima a punto de descargar,  no podría resguardarme  y no sé cuando podrian evacuarme.  Por otro lado solo faltan 8 km  para la meta pero hay que subir la Mocha que en mi situación sería complicado. Me dan los voluntarios unas  gominolas, fruta y me tomo 2 geles.  Estoy hambriento y parece que me sientan bien, me recupero algo y me levanto, vuelvo a insistir a José Manuel que continúe, como se suele decir “con la boca chica”, no quiero que me deje.  Prefiero ir acompañado y más con la subida que nos queda y la tormenta que nos amenaza. Iniciamos la marcha terminando la bajada que nos enlazaría con las zetas de la Mocha.
Antes de terminar la bajada tenemos que parar para sacar el impermeable pues está empezando a llover. La lluvia dura  poco pues acto seguido comienza a granizar  unas bolas de de un tamaño considerable. Nos pilla en una zona donde hay unos árboles y decidimos (el cansancio no nos hace pensar en el peligro) resguardarnos.  A escasos 50 metros se inicia la subida a la Mocha  y aunque está cayendo con fuerza, decidimos continuar.  Si no tenía bastante ahora nos toca correr con una tormenta de la leche.  Ya que había llegado hasta allí aunque sea termino andando!!!!!!!
Deja de granizar y decidimos continuar bajo una lluvia torrencial con los truenos encima de nosotros. Comenzamos la subida, José delante y yo tras sus pasos,  pasando por regueras de agua que pasan por el sendero por donde vamos. Cada vez llueve más y,  por tanto,  baja más agua por el sendero. No levanto la cabeza en ningún momento,  solo miro las piernas de José e intento imitarle, seguir sus pasos, voy en modo zombi. Tras 1,5 km de subida todo lo que queda es bajada, pero aunque llueve con menos intensidad, la bajada tiene algunas zonas técnicas que unido a las rocas con agua y barro, no lo ponen muy fácil.
 Llevo a mi ángel marcándome la bajada, preocupado por mí hasta que veo el Castillo y La Iruela.  En ese momento todo cambió, me vino el subidón, incluso animaba a José a que acelerada el ritmo pues ya quedaban pocos km y estaba  deseando llegar. El tramo de asfalto que lleva a la Virgen de la Cabeza creo que lo bajé a 4:00. Por fin entramos en Cazorla, vamos callejeando hasta llegar a meta donde me fundo en un abrazo con José Manuel.






Solo tengo palabras de agradecimiento para un señor de los pies a la cabeza que no le importó en ningún momento su posición ni el tiempo. Me acompañó en todo momento, se preocupó por mí, en ningún momento dudó en dejarme solo y,  eso en un deporte como este donde pasas muchas horas solo en carrera y que tan pronto estás con fuerza como estás en tu peor momento, contar con un compañero así no tiene precio.
Gracias amigo.






Gracias también a la organización de una super prueba que ya me cautivó el año pasado y que sin dudarlo volveré,  a todos los voluntarios que sin ellos sería imposible llevarlo a cabo y mas,  con la gracia y la simpatía que trasmiten.
Ahora me tomaré una semana de descanso para coger fuerzas y preparar la Subida Internacional al Pico Veleta.   








El pasado sábado 28 de abril comenzó mi segunda temporada de ultras (casi en exclusiva) con el Ultra Trail 101 Peregrinos,  prueba que se disputa en el Bierzo (León).  Consiste en hacer un recorrido de 101 km  y 3720 m +  por el Camino de Santiago de invierno, con salida y llegada en la ciudad de Ponferrada.
Me levanto a las 06:15, desayuno un café con leche  y dos tostadas con aceite y dulce de  membrillo. Es una mañana fría con previsión de lluvia y dudo si ponerme la térmica o manguitos, al final opto por estos









Eran las 08:15 cuando llegaba al campo de futbol Tolarín,  donde nos reuniríamos todos los participantes de las distintas modalidades ( marcha individual, por equipos, MTB, MTB-E-BIKE y maratón de montaña). La salida se realizaba por oleadas, saliendo primero las MTB y después los marchadores.
A las 08:30 dieron la salida para las MTB y a las 09:00 para los corredores. Los primeros kilómetros discurren por las calles de Ponferrada continuando por el margen izquierdo del río dirección Toral de  Merayo y  tras cruzar su puente medieval llegamos al primer avituallamiento que paso de largo. Tengo claro la carrera que quiero hacer y el ritmo que debo de llevar y no me dejo llevar por mis piernas que me piden velocidad.
Pasan los kilómetros,  muy llevaderos por cierto,  pasando por bonitos pueblos del Bierzo como Villalibre o  Santalla con continuos sube-baja hasta llegar a Borrenes,  km 26, donde alargo un poco el avituallamiento ya que estaba allí mi familia.
Tras Borrenes llegaría Las Médulas, Salas de la Ribera hasta llegar a Puente  de Domingo Flórez,  km 47, donde finalizan los corredores de la modalidad maratón y comienza la parte divertida del ultra. Es a partir de este punto donde comienza la carrera. 25 km de continua subida donde se encuentra la mayor parte de desnivel, 1200m +.








Tras salir del avituallamiento de Puente D.F me informan que voy  16º. Comparto kilómetros con un chico de Avilés el cual me dice que era su primer ultra, le aconsejo que se lo tome con paciencia por lo que venía a continuación.
Me encuentro con fuerza y decido hacer parte de la subida trotando, sorprendiéndome por lo fresco que voy a esa altura de la carrera y en parte por los ánimos recibidos por parte de los ciclistas que te daban un plus de energía.
Llego al avituallamiento del Ferradillo, kilometro 75,  en la posición 11º y decido jugármela para adelantar posiciones y ver de lo que soy capaz. El resto del recorrido es un sube-baja, que no mata pero jode jajajaja. Voy alcanzando a corredores y compartiendo un rato con alguno de ellos, a esta altura de la carrera física y psicológicamente uno ya va tocado. Llego al km 91 y veo a un corredor tomándose una cerveza, por un momento pensé en acompañarle,  pero mejor no caer en la tentación. Salimos juntos del avituallamiento y alcanzamos a un corredor que va andando, nosotros continuamos. A falta de 7 km para la meta voy con fuerza y decido continuar en solitario.
Paso por una zona verde paralela al Río Sil hasta llegar a la zona de asfalto donde a lo lejos ya veo la meta. Llego a una rotonda donde esta mi mujer y mi hijo con el que cruzo la meta en 8º posición con un tiempo de 11 horas 28 minutos , miro el reloj  me marca 105 km.








Muy contento con el tiempo y la posición ya que mi objetivo era el top 10. Ahora toca descansar unos días y pensar en el Ultra Trail Bosques del Sur en menos de 1 mes.

Vertical Trail La Sarga










A las 7 AM partía hacia Villaverde de Guadalimar para hacer la primera carrera de montaña de este año, la Maratón Vertical Trail la Sarga, carrera puntuable para la Copa Castilla La Mancha de carreras por Montaña en Línea. Han sido 2 años haciendo el kilometro vertical pero este año, con vista a la temporada de ultras, prefería meter caña al cuerpo y hacer mas kilómetros .A las 8:20 llegaba a Villaverde con ganas de ver a mi gran amigo Fernando, abrazos, risas y la satisfacción de volver a alguien que aprecio.






A las 9 horas se da la salida a la Maratón de La Sarga, con +2600 m y -2600 m.
Tras abandonar el pueblo la primera subida, muy suave. Por el km 3 y tras una bajada inicio una subida exigente a los pies del Cambrón a 1500 m de altitud






Una vez alcanzada la cima comienzo a descender por una zona técnica hacia el pueblo donde en el km 20  hay avituallamiento sólido y líquido. Llego al ecuador de la carrera con un tiempo de 2:30:45.
Continuo con ritmo suave sabiendo que lo peor venía a continuación pero sin ser realmente consciente de lo que me venía encima.
 Subida suave a Pernales y tras ella al Picayo donde me recomendaron dosificar por lo que venía después. Bajada muy técnica del pico donde me dejé llevar de más y así pasó,  los cuádriceps a punto de reventar. De esto ya no me recuperé, pero el dolor fue menos grave gracias a las musleras  Compressport que me salvaron la vida.
Llego al avituallamiento del km 30 y me planteo abandonar, pregunto por la subida a la Sarga y me dicen que nos es tan exigente como la anterior. Continuo por unos 500 m de pista e inicio el ascenso, unos 3 km de subida muy duros y con mis cuádriceps tocados. Lo paso muy mal. Hay tramos que me tengo que ayudar con las manos.
Llego a zonas con nieve donde me olvido un poco del dolor y disfruto del paisaje y aprovecho para hacer unas fotos. Disfrutando del paisaje alcanzo la cima de la Sarga, km 33, pensando que lo peor ya está y lo que queda es todo bajada incluyendo el paso por los Picarazos, zona que no conocía pero si me habían contado lo bonita que era.






Es el km 35 y el descenso lo hago con dolor, mucho dolor pero con la tranquilidad de conocer la bajada al ser parte del recorrido del kilometro vertical  en el que había  participado en ediciones anteriores.
Llegada a meta con un tiempo 06:13:41 donde me espera Fernando partiéndose de risa al ver mi cara de sufrimiento. Recogida de trofeo Finisher y de un plato de migas que me duró algo menos que la carrera.
Aproveché para hacerme una foto con el gran corredor Vicente Redondo que también participaba, pero que tuvo que abandonar por problemas físicos.






Desde aquí quiero agradecer a Moisés Abiétar por organizar una gran prueba con una señalización perfecta, avituallamientos correctos, un recorrido espectacular  ( un poquito de desnivel menos estaría mejor,  jajajaja ) y en un entorno maravilloso con una gente encantadora.


EL CALVITERO, TECHO DE CÁCERES.



El día de los Santos decidimos hacer una escapada unos días. El valle de Ambroz, al norte de la provincia de Cáceres fue el lugar elegido y como no,  busqué  una ruta para disfrutar de lo que me gusta.
Ya que estábamos  cerca de la sierra de Béjar y la Covatilla decidí hacer la subida al Calvitero, el techo de Cáceres.

A las 8:00 llego a la Plataforma del Travieso, punto de partida. El coche marca 3º, viendo el viento y las nubes que hay en altura decido abrigarme bien y comenzar la subida.






Llego a un pequeño manantial, lo cruzo y continúo por el sendero. A unos 400 metros del manantial hay una bifurcación,  uno lleva por el camino conocido como las Zetas y otro hacía los antiguos remontes de Candelario, mas técnico, pero eso a los traileros es lo que nos gusta.







Tomo ese sendero, rodeado de piornos, paro un momento y puedo observar toda la sierra de Béjar y el pantano de Navamuño.







Alcanzo la parte de arriba, llego a un clareo y miro mi reloj, en 2 km he ascendido 500 m.
Aprovecho un llano para correr  y veo frente a mí el Canchal de la Ceja cubiertos de un mar de nubes. Aire, frío  y poca visibilidad  es lo que me espera.







Me paro a pensar si debo continuar o no. Desconozco la zona, voy solo y la visibilidad es escasa. A pesar de llevar la ruta en el gps prefiero no arriesgar.  Corro  por zonas visibles y disfruto las vistas que me ofrece esta maravillosa sierra  a 2400 m de altitud.





 Con algo de sufrimiento llego al paso del diablo, una zona de paso con  rocas y cadenas donde decido no continuar.  Debido al hielo que hay, creo que puede ser peligroso y no quiero arriesgar. Aprovecho para sacar unas fotos y grabar algún video sin tardar mucho en iniciar el descenso ya que las nubes empiezan a cubrir toda la montaña y el viento es más fuerte.





Pronto llego al llano y tras él la zona de piornos, donde empieza una bajada técnica de 2 km  en la que disfruto como un enano.  Después de un mes sin correr por montaña ya echaba de menos eso de esquivar piedras, ramas, recortes y esas vistas que a los amantes de la montaña nos atrapa.  Paro en el manantial para beber agua y me dejo caer hasta la Plataforma del Travieso donde ya comenzaba a llegar gente para hacer senderismo.


Quedé enamorado de esta montaña pensando que el año que viene volveré y coronaré el Calvitero pero esta vez para competir  en el Ultra de la Covatilla.
Ultra Trail Sierra Del Segura.




Desde el día que vi información de esta carrera, algo dentro de mi decía que sería una gran prueba, ya en el Ultra Bosques del Sur la gente hablaba de ella y todos los comentarios eran formidables. Lo pensé, lo valoré y decidí apuntarme.

Llegamos el viernes 22 sobre las 14:00 a Pontones, sacamos el equipaje del coche, comemos y mi mujer y yo nos dirigimos a Santiago de la Espada a recoger el dorsal. Soy de los primeros, me dan dorsal, bolsa de vida, GPS, bolsa de corredor etc. Salimos del recinto y alguien de la organización nos enseña los trofeos. Nos quedamos con la boca abierta, jamás había visto esos trofeos, unas figuras de madera maciza, feos pero preciosos a la vez, deberían pesar unos 20 kilos. Esos eran para el primer clasificado masculino y femenino, para el resto los trofeos eran igual pero de menor tamaño, ya se veía la dedicación y el tiempo invertido por la organización.










La noche del viernes me costó dormir. A las 04:15 me levanté, desayuné y preparé todo el material. Marchamos a Santiago de la Espada, pasé por la zona de comprobación de material y esperé al pistoletazo de salida bastante tranquilo.

A las 06:00 dieron la salida neutralizada hasta la salida de Santiago, vamos trotando todos juntos, hablando, riendo hasta que cogemos una pista y las liebres comienzan a desmarcarse del resto. Comienzo subiendo, temperatura suave, frontal en la cabeza y sin saber lo que me depararía el día.










Asciendo hacía el Cerro de las Ánimas (1788mt) corono y bajo por el Barranco de Navas, voy bien, tranquilo no tengo prisa, la carrera es larga y acabo de empezar. Comienza a amanecer, apago el frontal y ya se ve al fondo El Almorchón  (1917mt ) lástima que no podamos llegar a él por no dar la administración  la autorización correspondiente. Paso por un sendero, a unos 1700mt  dejándolo de lado. Me uno a un grupo de 3 corredores durante unos 5 km,  pero decido reducir, el ritmo que llevan es alto, esa no es mi carrera.
Pasan los km y llega a mi altura un corredor que ya conocía, Miguel Ángel Blázquez, el cual se alzaría con la victoria de esta prueba.  No tengo palabras para definir la carrera que se marcó, de menos a más. Íbamos por el km 25 hablando, comentando que el ritmo de carrera era muy alto que iba a ir tranquilo, el estaba fuerte y se fue, yo preferí ir a mi ritmo,  y con unos 16 corredores por delante y con una gran remontada consiguió llegar en primer lugar. Me quito el sombrero.

Continúan pasando los km y comienza un ascenso zigzagueante hasta el Collado Toladillo. Quedé impresionado con las vistas que me ofrecía  del pantano del Tranco y Peña mujo, era algo indescriptible. Sin palabras  me dejó el avituallamiento,  cuando de repente me encuentro un caballo y 3 hombres de lo más simpáticos. Por la dificultad del terreno llevaban los alimentos en caballos, una pasada!







Comienzo un descenso hasta Pontones, km 50, avituallamiento  donde tenía ganas de llegar ya que mi familia estaría allí esperando, sobre todo mi hijo Pablo. Cuando entro a  Pontones miro el reloj y me doy cuenta del ritmo tan alto que llevo, 50 minutos más rápido de lo planeado, espero que no me pase factura, pienso.
Como algo rápido, le robo a Pablo los bastones (que obsesión tiene con ellos!!!! )  me despido y continuo la marcha.









Crónica de una muerte anunciada.
No habría corrido ni 4 km desde Pontones cuando empiezo con calambres en cuádriceps y gemelos, se empiezan a cargar, saco de la mochila las musleras y perneras de compresión, me las pongo y continuo pero cada vez el dolor es mayor. Me cuesta correr, decido bajar el ritmo pero nada, las bajadas me matan, apenas puedo andar y menos aún correr, me planteo abandonar, pero no quiero, voy 13º y llevo a 3corredores a unos 200 m.

Comienzo a dar vueltas a la cabeza, a pensar que esto ya me lo olía, “ Raúl llevas 3 ultras, 2 medias maratones, otras tantas de 10 km y unos cuantos trails en 5 meses, ¿qué esperas? “. Ya se lo había comentado a Rosa (mi mujer ), amigos y compañeros del club, creo que me pasado de rosca, estoy todo el día cansado, no tengo ganas ni de entrenar, esto me pasará factura y así fue.
La idea del abandono es mayor y decido dejarlo, no puedo más, saco el teléfono de la mochila , llamo a Rosa y se lo comunico, ella sabe perfectamente lo que tiene que hacer conmigo ante estas circunstancias. Por problemas físicos no hay marcha atrás.  Si es mental , en otras ocasiones, bastante dosis de psicología es la solución. En el avituallamiento de Huelga-Utrera ( 61 km) les espero. A duras penas llego y mi sorpresa es que no están allí.  Busco zona de cobertura, la llamo y estaban en La Toba por qué no los  habían dejado llegar al avituallamiento en coche. Kiko, un miembro de la organización oye la conversación y le dice que no se preocupe que el va a Huelga-Utrera a recogerme. No pasaron ni 5 minutos cuando llegó a por mi. Por el camino a La Toba le transmití lo  impresionado y el buen sabor de boca que me había dejado esta prueba y le transmití mi más sincera enhorabuena por todo el trabajo realizado. Llegamos a La Toba y allí estaban esperando Rosa, Capitán Mollete ( mi hijo Pablo) y mis suegros. Kiko me dijo que había pasta y bebida que estaba a mi disposición y que el año que viene esperaría no tener que volver a recogerme.
Comí algo  y volvimos a Pontones a darme una ducha y pensar en lo regular que había planeado esta temporada y a pensar en la siguiente.

P.D. No quiero ser pelota ni buscar una invitación para el año que viene, o si, ( es broma) pero quiero dar, como participante, mi enhorabuena a toda la organización del Ultra Sierra Del Segura  por el gran trabajo realizado, el cuidado en los detalles pasando por la bolsa del corredor, los trofeos, balizamiento perfecto, la preocupación por el corredor, avituallamientos, los voluntarios que sin ellos no sería posible, los miembros de protección civil y las fuerzas de seguridad, la administración,  todos los habitantes del termino de Santiago-Pontones por su acogimiento, simpatía, por volcarse en una prueba que por un fin de semana da vida a esa zona. Desde el punto de vista de los acompañantes, mi mujer me acompaña a todos los ultra y para ella el seguimiento por GPS es algo tranquilizador, la programación para el acompañante con los puntos para seguir la carrera, direcciones, distancias entre un punto y otro. Quiero dar las gracias en nombre de mi mujer y en el mío propio a Francis y Kiko por el trato recibido. Solo me queda dar mi opinión personal a la organización para que continúen por este camino, organizando una prueba de nivel como esta lo es, haciendo hincapié en la calidad y no en la cantidad de corredores que pueda acoger la prueba y no perder la esencia de prueba de excelencia a nivel regional y porque no nacional. Continuar con el trabajo realizado hasta ahora porque una 1º edición que salga de 10 no lo consigue todo el mundo.

Es la organización la que suele dar las gracias a los corredores por elegir su prueba, pero esta vez y creo que en nombre de todos los que participamos os damos las gracias a vosotros por un fin de semana inolvidable.